Manuel Pastrana
La del jueves uno de septiembre tiene que ser una concentración especial. Abierta, lo más amplia posible, que reúna a todos los que pensamos que quienes quieren reformar la Constitución sin contar con la opinión de los ciudadanos no puede salirse con la suya. Tiene que funcionar como una rentrée por todo lo alto.
Tenemos que reaccionar con absoluta celeridad: el primer día de septiembre, a las ocho de la tarde, ante las subdelegaciones del gobierno de las ocho provincias andaluzas creo que tenemos que acudir el mayor número de gente posible para evitar que salgan adelante las reformas promovidas a traición en plenas vacaciones de agosto.
Porque lo que pretende hacer el gobierno, con el beneplácito y el aplauso de la oposición, nos afecta a todos y de manera muy negativa.
Se trata de algo que trasciende lo meramente laboral, lo estrictamente sindical: La reforma de la Constitución que aspira a santificar el déficit cero nos va a poner, por tiempo indefinido, en manos de los gobiernos que se sucedan a partir de ese momento.
Por eso es para mí una satisfacción que las organizaciones sociales más representativas de Andalucía hayan anunciado que piensan participar activamente en esta concentración de carácter abierto el próximo jueves.
Queremos actuar sólo como impulsores de una
iniciativa ciudadana cuyo efecto será mayor en la medida
que mayor sea la dimensión de la protesta
Creo sinceramente que este es el camino para conseguir que las protestas no caigan en saco roto: sumando todas las fuerzas.
Como he dicho este lunes a mis compañeros, como pienso repetir este martes ante los medios, Ugt Andalucía y Comisiones Obreras sólo queremos actuar como impulsores de una iniciativa ciudadana cuyo efecto será mayor en la medida que mayor sea la dimensión de la protesta.
Por eso llamo desde aquí a todos los movimientos ciudadanos andaluces, a todas la plataformas, entidades y asociaciones de la Comunidad a participar en la concentración del próximo día uno junto a los que ya hemos anunciado nuestra presencia.
Quiero invitar también a los demás sindicatos, a los partidos políticos, a Izquierda Unida, al Partido Andalucista, a militantes y simpatizantes de cualquier organización social o política y a ciudadanos en general, a inaugurar juntos el mes de septiembre protestando contra este inédito matrimonio de conveniencia entre gobierno y primer partido de la oposición, que además se produce cuando está a punto de sonar la campana.
Tenemos que evitar que se salgan con la suya. Tenemos que evitar que hagan de su capa un sayo sin contar con nadie. Tenemos que conseguir que nos hagan caso y que, si se empeñan en cambiar la Constitución, no puedan hacerlo sin convocar un referéndum.
Pido a diputados y senadores que, siendo conscientes de
la incidencia que esta reforma acabará teniendo en nuestras vidas, faciliten con su posición personal e individual que sea posible la celebración de un referéndum
Y en esta línea quiero hacer aquí también un importante llamamiento a diputados y senadores:
Pido a diputados y senadores que, siendo conscientes de la incidencia que esta reforma acabará teniendo en nuestras vidas, faciliten con su posición personal e individual que sea posible la celebración de un referéndum, que vayan más allá de la disciplina de partido cuando tengan la oportunidad de decidir con su voto porque lo que está en juego es demasiado serio.
Diputados y senadores que tenéis en vuestras manos que las reformas salgan adelante o no: Sé que lo sabéis, pero permitidme que os lo recuerde: este es un momento trascendental. Decisivo, porque lo que acabe aprobándose condicionará la vida de los españoles durante muchos, pero que muchos años. Y una vez aprobado ya no habrá posibilidad de dar marcha atrás. Ni de lamentarse.
Cualquier cosa que haya que hacer, hay que hacerla ya. Ahora. Y la tenemos que propiciar los ciudadanos movilizándonos para forzar a los políticos a que no tengan más remedio que dar marcha atrás. Pero antes de que sea demasiado tarde.
M.P.
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