Un acuerdo al que se llega después de dos años de tiras y aflojas tiene, como es lógico, mucha letra pequeña que desmenuzar y bastantes entresijos que analizar. Pocas horas después de la firma del acuerdo en Madrid quiero dejar aquí unos primeros apuntes
PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DEL ACUERDO
1. Preserva la negociación colectiva, algo que estaba absolutamente en peligro sobre todo si se dejaba en manos del gobierno para que legislara él (lo que, no olvidemos, el Ejecutivo podría atreverse a hacer todavía)
2. Se carga la pretensión empresarial de tener barra libre a la hora de contratar y despedir
3. Evita la amenazante "subida salarial cero"
4. Contempla todos los mecanismos de flexibilidad posibles para que el empresario se quede sin coartada para despedir alegremente
5. Pone de manifiesto que, como vengo repitiendo desde hace ya tiempo, con la actual legislación laboral se puede perfectamente garantizar las relaciones y los derechos laborales basadas en la negociación colectiva y a su vez hacerlas compatibles con las necesidades que hoy tienen las empresas. Todo ello sin tener que recurrir a reformas ni a modificaciones
6. Establece una hoja de ruta para que el despido sea el último recurso al que la empresa tenga que recurrir
RAZONES DEL ACUERDO
1. Lo firmado responde al modelo que hemos defendido siempre frente a los que opinan que esto es hacerle el juego a los empresarios
2. En Grecia, Portugal y otros países en dificultades ya se ve lo que está pasando. Al no existir un acuerdo del tipo del que acabamos de firmar, las empresas están imponiendo a los trabajadores condiciones cada vez más degradantes
3. La coyuntura es para tirarse de los pelos. Es un hecho incontestable que estamos viviendo los peores momentos de la crisis
4. La dinámica lesgislación-conflicto (acción-reacción) , como en Grecia, no parece que sirva para arreglar nada. 14 huelgas generales llevan los griegos como protesta a las implacables decisiones que ha ido tomando su gobierno y ni las barricadas ni la movilización están ayudándoles a encontrar soluciones válidas por el momento
5. Queda garantizado el mantenimiento de los convenios tanto por sectores de actividad laboral (sectoriales) como por territorio geográfico (estatales, autonómicos o provinciales)
6. Se mantiene el equilibrio de poder empresa/trabajadores, que van a poder continuar pactando sus salarios a través de la negociación
QUÉ GANA LA CEOE
(Lo que yo pienso, claro)
1. Les permite adaptar los salarios a las situaciones de dificultad que puedan llegar a atravesar las empresas
2. Permite el acuerdo en materia de salarios mediante un modelo de negociación y no un modelo de imposición por parte del gobierno, lo que no sería bueno para nadie
3. Contempla la flexibilidad, aunque mediante el acuerdo y con carácter temporal, teniendo en cuenta que se plantea como una estrategia para salir de la crisis
4. Si, como quería el ala dura de la CEOE, el gobierno hubiera legislado dando vía libre a la negociación directa empresa-trabajador, podría haber quedado amenazada la supervivencia de la propia organización empresarial. El "aparato" de la CEOE por tanto, necesitaba el acuerdo para no acabar desapareciendo
CONCLUSIONES
1. No se trata de un acuerdo en el que nos bajamos los pantalones. Hemos apostado por la adopción de medidas que no rebasan los límites. Por ejemplo: en cuanto a salarios, éstos tienen que crecer aún cuando en conjunto se pierda poder adquisitivo.
2. Es un instrumento que ayuda a regular lo que por la vía de los hechos estaban llevando a cabo ya las empresas. Con lo acordado, se pone coto a la deriva que en muchos casos estaban tomando ya muchas contrataciones
3. Al tratarse de un pacto entre organizaciones desde el ámbito privado, crea una línea de ruptura con lo que el gobierno está haciendo con los empleados públicos. Ayuda a sentar un precedente frente a la Administración a la hora en que ésta decida acometer despidos, congelaciones o reducciones de salarios.
4. Estamos hablando de una herramienta. Una herramienta que tocará usar lo mejor que se sepa hasta descubrir todas sus posibilidades. Pero ni nosotros, ni los empresarios ni el gobierno conocemos de antemano cuáles pueden ser los resultados. Sí sabemos que tiene toda la pinta de ser el menos malo de los comienzos, un camino para intentar encontrar soluciones desde un punto de partida mucho más viable que el conflicto permanente.
Como vengo diciendo también estos últimos días, lo que toca ahora es constatar que el gobierno no le pone palos en la rueda a esta bicicleta que tanto nos está costando mantener en pie.
M.P.
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