Cuando no se tienen argumentos para defender las tropelías cometidas, este gobierno municipal cae directamente en la descalificación personal y el insulto, como han hecho nuestros gobernantes en el último pleno municipal, haciendo referencia a una reunión del Comité de Seguridad y Salud en la que se denunciaba por parte de uno de nuestros Delegados de Prevención, las irregularidades que se estaban produciendo.
Tras el caos total provocado en las instalaciones deportivas tras la finalización del contrato con la empresa que se encargaba de su mantenimiento desde el pasado día 1 de marzo, estos eficientes gestores han utilizado personal sin cualificar, con la categoría de peones, para prestar un servicio que cuando lo gestionaba el Ayuntamiento requería de Ayudantes de Instalaciones Deportivas con conocimientos de fontanería, electricidad, carpintería, albañilería, jardinería, dimensiones de pistas y terrenos de juegos, marcaciones de líneas, equipamientos, etc., según las bases de la bolsa que regulaba dichas contrataciones. Además a este personal, procedente del plan PEACA, no se le ha dotado de vestuario, elementos de seguridad, curso de seguridad en el trabajo, ni siquiera la más mínima formación.
El resultado de esto ya lo conocemos (véase nota del Club de Voleibol de Utrera de 13 y 14 de marzo de 2017) poniendo incluso en riesgo la seguridad de los usuarios… un caos total.
Y como no se puede defender lo indefendible, o sea, la pésima gestión del Concejal de Deportes, con la connivencia de la Concejala de Recursos Humanos, demostrando así su ineptitud e ignorancia, una vez más, lo han querido tapar desviando la información, manipulándola con el insulto y la falta de respeto a las personas. Eso es lo que hizo, cual perro de presa, el Portavoz del Grupo Municipal Socialista, en el último pleno, donde tuvo la desvergüenza de acusar de machista a un Delegado de Prevención de nuestra sección sindical.
Este es la práctica habitual y el talante de quienes nos gobiernan: prepotencia, mediocridad y soberbia (salvo contadas excepciones), y que en estos casi dos años de gobierno, no son capaces de reconocer error alguno en su gestión.
Ante esto solo queremos decirles que no todo vale, y que estas actitudes solo consiguen motivarnos y alentarnos más si cabe, para seguir trabajando por la defensa y consecución de los derechos de los trabajadores.
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