Arden los ayuntamientos y los partidos políticos, metidos en precampaña desde hace casi dos meses, miran para otro lado y silban como si la cosa no fuera con ellos.
Casi diez mil personas ya, de los ciento treinta mil empleados públicos que hay en Andalucía, tienen problemas con sus nóminas y no hay manera de encontrar en los discursos de los candidatos ninguna alusión al tema. Por mucho que se rastree no se encuentran declaraciones de Rajoy, ni de Rubalcaba, ni de IU, PA o UPyD en las que se refieran a la ruina que ayuntamientos y diputaciones tienen encima.
Se derrumban las finanzas de los otrora potentes ayuntamientos, cae uno detrás de otro como si fueran fichas de dominó, y el manto de silencio de los candidatos se hace cada vez más sospechoso.
No hace falta ser un lince para deducir la razón de estos silencios. Todas las papeletas de la "tómbola" electoral permiten sospechar que a partir del 21 de noviembre llegará el "llanto y rechinar de dientes".
Van a meter mano sin misericordia alguna en muchos frentes, pero el de los empleados públicos en la Administración Local está más que cantado. ¿Qué van a decir, pues? Bien porque tienen mucho que callar, bien porque no quieren pillarse los dedos prometiendo lo que no pueden cumplir, el caso es que no dicen ni esta boca es mía.
Lo público es un bocado demasiado apetitoso para que estos neoliberales, cada día más sueltos y deslenguados, cada día con mayor conciencia de impunidad, no le metan mano apenas tengan la menor oportunidad con la coartada de la "difícil coyuntura" y el respaldo de los votos que ya dan por metidos en la urna.
Lo público es una partida de negocio en la que van a entrar a saco. Sin ningún disimulo. Por eso están preparando el terreno desde hace tiempo desmotivando a los trabajadores y atacando a muerte a los sindicatos.
En definitiva, estamos ante un problema más político e ideológico que económico. Por eso en la campaña electoral no dicen ni palabra del problema de la Administración Local.
Pero para eso está UGT Andalucía, donde ni hemos bajado la guardia ni pensamos darles cuartel. La ruina de los ayuntamientos estará presente en la campaña electoral y en el debate político de estos días. Nos vamos a encargar de ello.
M.P.
Casi diez mil personas ya, de los ciento treinta mil empleados públicos que hay en Andalucía, tienen problemas con sus nóminas y no hay manera de encontrar en los discursos de los candidatos ninguna alusión al tema. Por mucho que se rastree no se encuentran declaraciones de Rajoy, ni de Rubalcaba, ni de IU, PA o UPyD en las que se refieran a la ruina que ayuntamientos y diputaciones tienen encima.
Se derrumban las finanzas de los otrora potentes ayuntamientos, cae uno detrás de otro como si fueran fichas de dominó, y el manto de silencio de los candidatos se hace cada vez más sospechoso.
No hace falta ser un lince para deducir la razón de estos silencios. Todas las papeletas de la "tómbola" electoral permiten sospechar que a partir del 21 de noviembre llegará el "llanto y rechinar de dientes".
Van a meter mano sin misericordia alguna en muchos frentes, pero el de los empleados públicos en la Administración Local está más que cantado. ¿Qué van a decir, pues? Bien porque tienen mucho que callar, bien porque no quieren pillarse los dedos prometiendo lo que no pueden cumplir, el caso es que no dicen ni esta boca es mía.
Lo público es un bocado demasiado apetitoso para que estos neoliberales, cada día más sueltos y deslenguados, cada día con mayor conciencia de impunidad, no le metan mano apenas tengan la menor oportunidad con la coartada de la "difícil coyuntura" y el respaldo de los votos que ya dan por metidos en la urna.
Lo público es una partida de negocio en la que van a entrar a saco. Sin ningún disimulo. Por eso están preparando el terreno desde hace tiempo desmotivando a los trabajadores y atacando a muerte a los sindicatos.
En definitiva, estamos ante un problema más político e ideológico que económico. Por eso en la campaña electoral no dicen ni palabra del problema de la Administración Local.
Pero para eso está UGT Andalucía, donde ni hemos bajado la guardia ni pensamos darles cuartel. La ruina de los ayuntamientos estará presente en la campaña electoral y en el debate político de estos días. Nos vamos a encargar de ello.
M.P.
1 comentario:
No sé querido compañero si usted ha leído los programas electorales de todas las formaciones políticas que nombra en mi caso le hablaré de UPyD. Mire usted si hablamos de diputaciones provinciales y nos tiembla el pulso al decir que son prescindibles, e incluso en algunos lugares de españa, donde la comunidad es uniprovincial ni le cuento con la duplicidad de cargos entre Ayto, Diputación y Junta, y grosso modo le hablo de los ayuntamientos, en el cuál en el programa expone que deben desaparecer muchos de ellos y formar parte de otros más superiores con población superiores a 5.000 habitantes, no quiere usted que le hablen claro pues UPyD, habla muy clarito respecto de recortes, diputaciones, parlamentos autónomicos, ayuntamientos pequeños, y empresas públicas. Un abrazo.
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