No les importan ni los parados, ni los trabajadores, ni los jóvenes, ni los mayores, ni los enfermos... las personas no son de interés para el PP

Cuando el ministro Cristóbal Montoro intentaba explicar a los periodistas el brutal tijeretazo que el Gobierno ha aplicado a los Presupuestos Generales del Estado, ni una vez le he escuchado decir que el objetivo era mejorar la situación de España. "Este es un presupuesto para cumplir con el objetivo de déficit marcado por nuestros socios europeos" o "El desafío es recuperar la confianza de los inversores internacionales, la confianza de nuestros acreedores", se justificaba.

En eso no mentía. Los presupuestos que ha redactado el Gobierno están hechos a conciencia para contentar a los prestamistas europeos: bancos, mercados y otras bocas en nombre de las cuales actúa la derecha europea y española. Por eso Rajoy presentó su proyecto de recortes al emisario de Merkel antes que a los propios diputados del PP.

Lo cierto es que estos presupuestos son una amenaza para la economía española en general y la andaluza en particular. Hundirán la economía a unos niveles de recesión de la que tardaremos al menos una década en recuperarnos. Rajoy "Manostijeras" no ha tenido en cuenta ni las necesidades de la economía española ni por supuesto el empleo. Utiliza un cinismo político, una desvergüenza total para justificar lo injustificable.

Primero intentaron convencernos de que la reforma laboral era necesaria para crear empleo. Decían con todo el cinismo del mundo que era por y para los parados. Y llegan los datos del desempleo de marzo y comprobamos que se ha multiplicado por dos el número de parados con respecto a marzo de hace un año.

Ahora dice Montoro que estos presupuestos son los que menos afectarán a la iniciativa conómica y el empleo y de nuevo falta a la verdad. Lo que hace es, sencillamente, recortar todo aquello que ayuda a la incorporación de los parados al mercado de trabajo, su cualificación y orientación para la búsqueda de empleo. El gasto en políticas activas de empleo cae un 21%, la formación un 34% y las prestaciones por desempleo un 5,4% con respecto a 2011.

No les importan ni los parados, ni los trabajadores, ni los jóvenes, ni los mayores, ni los enfermos... las personas no son de interés para el PP.

Los presupuestos van a afectar de manera muy importante a la sanidad, a la educación, a los servicios sociales y concretamente a la dependencia, a la atención a los mayores, a las familias... Prácticamente se cargan de un plumazo el dinero destinado a la inmigración o a la cooperación internacional y hasta la atención a la infancia sufre un recorte del 38,6% o el Plan Nacional contra las Drogas un 28,5%. Nunca en la historia de la democracia española habíamos visto unos presupuestos más faltos de compromiso social.

Y cuando todavía estamos recuperándonos de todo esto, viene la Ministra de Empleo, Fátima Báñez y anuncia un plan de lucha contra "el fraude entre los parados"... Señora Báñez, ¿Con qué cara se atreve a plantear algo así mientras su compañero Montoro premia a los que defraudan miles de millones de euros? ¿Cuándo dejarán de pensar en nosotros, trabajadores y parados, como si fueramos delincuentes?

M.P.