Fin de partida

Hace unos meses, el director de este medio digital, protagonizó un instante televisivo realmente inolvidable. Era un episodio más de la campaña del PP contra los sindicatos, un montaje que tenía como protagonistas a Cándido Méndez y una lata de caviar. Hoy podemos acreditar que tanto UGT como CCOO, se han convertido una vez más en garantes imprescindibles de un futuro en igualdad.


Televisiones, periódicos, radios y tertulias han disparado lo mejor de su arsenal, para tratar de acabar con un movimiento que ha sobrevivido a dos guerras mundiales y una civil. El insulto, la mentira, y la marginación han sido tácticas de uso común en los últimos seis meses. Las diatribas populistas de la derecha causaron serios daños al movimiento sindical a partir de 2011, llegándose a una situación alarmante a comienzos de 2012. Incluso la huelga general del 29-M parecía ser un salto al vacío de consecuencias difícilmente previsibles.

Pero el tiempo corría en contra de Rajoy. Cada nueva medida echaba por tierra aquella consigna de María Dolores de Cospedal, que presentaba al PP como el auténtico partido de los trabajadores/asalariados. La agenda de desastres crecía tras las paredes insonorizadas del gobierno: esconder los presupuestos, ocultar la situación de Bankia, encubrir los déficits falseados de las comunidades del PP,… El 29-M llegó en el momento justo y si bien no puede hablarse de éxito rotundo, demostró a la derecha que el fruto sindical no estaba maduro.

A partir de ahí la situación se invierte, pues la amenaza sobre los derechos laborales y sociales era completamente real. No solo crecieron las manifestaciones sino que comenzó a producirse un fenómeno impensable tan solo cuatro meses atrás: las adhesiones. Su máximo exponente fue sin duda la tercera “Marcha Negra” de los mineros, una movilización cuyo éxito sobrepasó a los organizadores (UGT y CCOO) para convertirse en una muestra de solidaridad colectiva. Hasta el reacio 15M no tuvo más alternativa que unirse.

¿Cómo podemos afirmar que lo peor ha pasado? El Foro Social recientemente celebrado ha conseguido atraer a un total de 200 organizaciones, además de establecer un calendario conjunto. Además Ángela Merkel ha convertido a UGT y CCOO en actores imprescindibles para salir de la crisis, algo que Rajoy quería evitar a toda costa. ¿Es el de Berlín un regalo envenenado? Pudiera ser, pero si algo está claro es que la estrategia de acorralamiento del PP ha fracasado. De todos modos, aprendamos esta valiosa lección.

Diario Progresista