Desde que el domingo 10 de junio escuché a Mariano Rajoy jactarse de que "si no se hubiera hecho en los últimos cinco meses lo que se había hecho" se habría estado hablando ya de la "intervención del reino de España", cada día que pasa tengo más claro que estamos ante un patético zombi que lleva cinco meses dando palos de ciego a ver dónde suena la flauta.
Para mí estuvo claro desde el primer momento de esos cinco meses de los que habla. Él quería quedar lo mejor posible con sus mayores europeos, hacer bien los deberes cual alumno pelota y aplicado dispuesto a cualquier cosa con tal de caerle bien al profesor.
Y claro, después de haberlo puesto todo patas arriba en materia de derechos en nuestro país, de suprimir servicios sociales y de recortar a diestro y siniestro... después de habernos puesto a todos de los nervios, ahora lo miras y deduces que no acaba de entender lo que está pasando.
Ha sido más papista que el Papa, nos ha dejado a los españoles con lo puesto... A todos. A los que lo votaron y a los que nos maliciábamos lo que podía pasar. Y claro, después de apretarnos a todos el cuello y lo que no es el cuello una y otra vez va la "prima de riesgo" y se dispara hasta 575 este lunes. 7 por ciento el bono a diez años....
Una verdadera ruina que demuestra que, haga Mariano lo que haga, vienen a por nosotros. Podríamos haber caído con honor pero encima estamos haciendo un ridículo espantoso. Patético el triunfalismo de Rajoy, patética su mirada perdida, patéticas sus declaraciones y sus "espantás". Patéticos de Guindos y Montoro intentando mantener la compostura pero sin poder disimular el mucho miedo que tienen metido en el cuerpo.
Empiezan a intuir que no ha servido de nada su política de destrozar el empleo, ni su drástica Reforma Laboral, ni tampoco sus recortes salvajes.
Empiezan a intuir que putear a los pensionistas, a los jóvenes, a los trabajadores, a los parados, subir impuestos... no aplaca la sed de sangre fresca de ese monstruo llamado "mercados".
Nosotros no hemos parado de denunciar todas estas tropelías ni un solo momento. Ni hemos parado ni vamos a parar.
Este miércoles 20 de junio nos vamos todos a la calle
Saldremos a la calle para luchar contra una política que empuja a los trabajadores de este país hacia la carencia generalizada. Una política que está basada en la desigualdad y que tiene como efecto inmediato y contundente la extensión de la pobreza. Que está minando las cada vez más escasas posibilidades de los colectivos más desfavorecidos.
Por eso tenemos que plantar cara en la calle con las movilizaciones. Y decir alto y claro que no estamos dispuestos a consentir la política económica con la que Europa nos quiere atornillar.
Una política europea aplicada a rajatabla por un gobierno títere que, cada día está más claro, no sabe qué hacer ni tiene ni idea de hacia dónde nos quieren llevar quienes realmente mueven los hilos de este ejecutivo marioneta.
Os espero la tarde de este miércoles en las calles de todas las capitales andaluzas.
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