En efecto, para el Gobierno y para el partido que lo sostiene, es mucho más grave una desconsideración futbolística hacia nuestro país vecino (impropia, desde luego, de alguien que se se autocalifica de diplomático), que ofender a todos los espeñaoles, especialmente a los 5 millones de parados y sus familias deseándoles “que se jodan” cuando Mariano Rajoy anuncia el recorte de las prestaciones por desempleo.
El doble rasero aplicado por la derecha ha quedado hoy nuevamente al descubierto. Emitir el vídeo en la cadena favorita de la extrema derecha, Intereconomía, y ser cesado, ha sido todo uno. Pero escuchar a la rabiosa Fabra alegrarse con la desgracia de los españoles, sigue impune.
Y eso que la “boutade” del embajador se produjo en un marco realtivamente privado, cenando en su residencia con un grupo de invitados, antes del partido que enfrentó a España y Francia en los cuartos de final de la Eurocopa, y después se le puede ver celebrando los goles de la selección.
"Vamos a darle por saco a los franceses. Vamos, champán francés", llega a decir el diplomático en medio de la celebración por la victoria de España, en la que Fernández Fábregas aparece bailando y repartiendo regalos a sus invitados ataviado con una camiseta de la selección.
Igual de feliz y radiante se mostró la cuadrilla de diputados del PP, que se rompieron las manos aplaudiendo cada nuevo disparo en la nuca del Estado del Bienestar efectuado por el implacable Mariano Rajoy. Pero encima lo hacían en el templo de la soberanía popular. El Congreso no sólo quedaba mancillado por esos indecentes aplausos. Esas paredes tenían que retrotraerse a los aquelarres franquistas que presenciaron para escuchar un insulto a la decencia y la inteligencia mayor que el rabioso grito: “que se jodan” lanzado por la garganta de la indigna de ser diputada Andrea Fabra.
El diplomático, que llevaba casi cuatro años como embajador en Polonia, ha estado destinado durante su carrera en las representaciones diplomáticas españolas en Senegal y Bélgica, así como ante las Comunidades Europeas. En 1987 fue nombrado director general de Relaciones Exteriores en las Comunidades Europeas y en 1996 pasó a ocupar el puesto de jefe de Protocolo de la Secretaría General de la Casa del Rey.
Sin embargo, la ‘carrera’ de Andreita siempre ha estado a la sombra, grande, negra, torva, de su querido papá. El supuesto jefe del clan de extorsión y corrupción que ha asolado Castellón, que ha dejado como legado –junto a unas cuentas esquilmadas- un aeropuerto sin aviones. Y muchos, muchos juicios pendientes.
Pero uno ha sido cesado, y la otra no.
Diario Progresista
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