Ford, el sindicalista, las máquinas y el estado del bienestar

Parece ser que paseando Henry Ford y un sindicalista por una de sus factorías de automóviles, el magnate, señalándole las máquinas de su nueva Planta le dijo: "Vas a tener problemas para conseguir que éstas te paguen la cuota sindical", a lo que el sindicalista respondió: "Y tú vas a tener problemas para que compren tus coches".


Esta anécdota refleja muy bien el pacto que se alcanzó entre el liberalismo y socialismo después de la segunda guerra mundial.

Con la crisis del 29, se demostró que el liberalismo sin unas normas de control, podía generar grandes desequilibrios y desastrosas consecuencias económicas. Por otro lado, la experiencia de la URSS demostró que el "socialismo real" sin libertad, podía generar pobreza y totalitarismo, sin embargo, cogiendo lo mejor de ambas ideologías, logramos propiciar un conjunto de sociedades que han generado durante décadas, gran cantidad de bienestar y riqueza a amplias capas de la población.

Con la caída del Muro de Berlín, los importantes avances tecnológicos y la consecuente llegada del proceso de la globalización, Ford y sus "descendientes" han considerado que ya no necesitan más al sindicalista, sin embargo, no se dan cuenta de que dentro de poco, no habrá nadie que les pueda comprar sus coches.

Han sido muchos los paralelismos que se han querido hacer entre la actual crisis y el crack del 29 y desde luego, si se sigue dejando que el "laissez faire, laissez passer" de los mercados imponga su ley, efectivamente, me temo que el paralelismo entre una y otra crisis puede quedarse muy corto.

Creo que todavía estamos a tiempo de evitarlo, creo que una desestructurada y desconocida izquierda tiene la obligación de recomponerse, organizarse a nivel europeo y tender la mano a un liberalismo que aun sabiéndose vencedor Absoluto, debe entender que reeditar un nuevo pacto, es necesario si no queremos sufrir de nuevo las desastrosas consecuencias que la historia ya nos mostró una vez.

Mario Perales